Turrones navideños P.Tinto

La Navidad esta a la vuelta de la esquina acompañada por su fiel escudero el Fin de Año, dos eventos que queramos o no, todo el mundo en este santo pais paso por ellos. Con mejor o peor pie, pero todos pasamos...vale, que algunos, ciertos años, dan un gran salto y consiguen zafarse de alguno de ellos, pero, no nos engañemos, tarde o temprano vuelven a atraparnos en años venideros. Por ese motivo y esa capacidad de atracción tan incomparable, creo que en Obleas P.Tinto tendremos que barajar la posibilidad de diversificarnos en el mercado. En estos tiempos de crisis, un producto como el turrón puede que haga repuntar el bajón por el que discurren nuestras deliciosas obleas...y la culpa de todo esto la tienen ustedes, por haberse dejado llevar por las debilidades terrenales y haber abandonado esa fe, que iluminaba su camino hacia la iglesia y alli dentro se nutría de nuestras riquisimas obleas...y por ende nuestros bolsillos. Uhmm, una campaña de marketing agresivo con el turrón P.Tinto como producto principal, gracias al cual, tras la colección de 10 cupones obtendría una oblea de mas en la homilia del domingo. Algo a estudiar como joint venture con el padre Eufrasio...

Mientras que nuestros planes de expansion interestelar se llevan a cabo, creo que les debo una critica atrasadisima del evento que tuvo lugar el 26 de Noviembre en una sala de Madrid: Isis en directo. A las 22h salieron los cinco norteamericanos dispuestos a lapidarnos con sus murallas de sonido, largos desarrollos y voces guturales...angelitos. Y se portaron, y muy bien. Demostraron ser merecedores del status que poseen como puntales del post-metal junto a Neurosis, y ofrecieron temas de largo minutaje y largo desarrollo instrumental. No fallaron. No se puede decir lo mismo del sonido de la sala, que si bien mejoró en la segunda mitad de la actuación, durante la primera parte fue embarullado y sin pegada en la bateria y una de las guitarras. Aun asi, este humilde oblerero salio con una sonrisa en la boca. Tiempo ha que no se disfrutaba de un buen concierto. Ademas con doble regusto dulce, ya que apenas una semana antes, nuestro silbador preferido, con el permiso de Kurt Savoy, el Sr. Andrew Bird estuvo por la capital. Pero por motivos laborales, uno se debe a sus obleas, no de pudo conseguir entradas. Asi que ese pequeño amargor se convirtio en dulzor tras el magnifico concierto de los metalicos Isis. ¿Quien podia pensar que el metal era dulce?

Seguiremos informandoles sobre la cadencia de obleas y la conquista mundial a traves del turron...mientras tanto...no hace falta que se lo diga...tralaritralari!